Hace unos días publicábamos el tremendo descubrimiento de una clienta de la firma low cost en un vestido que había adquirido en uno de los establecimientos que Primark tiene en Gowerton. ‘Forzado a trabajar hasta la extenuación’. Estas palabras, escritas en la etiqueta del vestido que Rebeca Gallagher compró, supusieron tal campanazo informativo que provocó que no tardaran en aparecer más mensajes en otras prendas, algunas adquiridas en el año 2009 en Irlanda del Norte.
La respuesta de Primark no se ha hecho esperar dada la alta expectación generada por la situación. Según la firma de pronto moda ‘La investigación realizada sobre las etiquetas cosidas en diferentes artículos que fueron comprados en diferentes momentos de nuestra tienda de Swansea, nos lleva a la conclusión de que es muy probable que se trate de un montaje que sólo se ha producido en el Reino Unido ’.
La diferencia de fechas y las diferentes fábricas de procedencia de las prendas con mensaje, han avalado la teoría de que los mensajes fueran realizados una vez que las prendas llegaron al punto de venta. ‘Resulta increíble que estas etiquetas hayan sido cosidas en la fábrica donde fueron confeccionadas ambas prendas, ya que fueron fabricadas por diferentes proveedores, en distintas fábricas y en distintos continentes (una en Rumanía y la otra en India) situadas a miles de kilómetros la una de la otra’.
A continuación de las aclaraciones, Primark también ha defendido su código de conducta acerca del trato a sus trabajadores en la cadena de producción. ‘Damos gran importancia a la seguridad y bienestar de los trabajadores que forman parte de nuestra cadena de abastecimiento’, unas aclaraciones que de momento cierran este controvertido caso hasta nuevas reacciones. Una de ellas ha venido en forma de colección y es que, la semana pasada, conocíamos las propuestas de la firma para el próximo otoño e invierno.
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