domingo, 20 de julio de 2014

Opinión: Soy padre y me niego a coartar la diversión de mi hija

Admito que no sé ni por dónde comenzar a escribir estas líneas, a través de las cuales intento expresar mi frustración al respecto de la noticia que ha aparecido estos días, en la cuál, al parecer, han pillado a un ciudadano de mi municipio, de mi pueblo, cerca de mi casa a fin de cuentas, con 50.000 imágenes de pornografía infantil, y según se cuenta, se dedicaba a compartirlas con otros ciudadanos en, a saber qué otra parte del mundo. Cuando esta noticia la lees, piensas que esto no puede pasar cerca de tu casa, pero rápidamente te das cuenta de que nadie estamos a salvo de que ocurra.

Podríamos comenzar a debatir acerca del por qué existe gente tan enferma como para hacer este tipo de cosas, pero la cabeza del ser humano es totalmente irracional, por más que nos intenten hacer ver lo contrario, y un tio normal, con estudios, es capaz de convertirse en un auténtico monstruo. No digo que este sea el caso, puesto que no se sabe quién es, pero sólo digo que puede pasar, en otros sitios ha pasado.

A raíz de esta información, se ha reabierto un debate que, desde mi punto de vista no es tal. Tenemos un supuesto pedófilo cerca de casa, o al menos un enfermo que se lo pasa bien viendo a niños en a saber qué maneras, ¿y de verdad no tenemos derecho a saber quién es? Entiendo que exponer a un linchamiento público a cualquier persona es un hecho, cuánto menos, peligroso, pero más peligroso es que yo no sepa quién es el que, supuestamente, han pillado de esta guisa. Entiendo que para la familia es un "palo", y grande, entiendo que los padres no lo sabían (si lo saben ya sería el colmo), que su pareja - si la hubiera - estará destrozada y viendo que el mundo se le viene encima. Pero esta sociedad está capacitada para ser comprensiva, al menos si se quiere se puede, y por tanto estamos capacitados para ayudarles a salir del trauma en el que un enfermo mental les ha metido. En lugar de "matarlos" con improperios y amenazas (que más de una habrá, seguro, porque hay muchos que tratan de defender la violencia con más violencia), debemos ofrecerle nuestro hombro para llorar si es necesario, siempre intentando que entiendan que lo que ha hecho ese familiar no tiene perdón.

Por otro lado, ahora se vuelve a decir que no debemos subir fotografías de nuestros hijos a las redes sociales, porque potenciamos que hayan personajes como éste. Con todos mis respetos hacia quién piense así (igual que exijo respeto para mi forma de pensar), yo creo que porque yo suba una foto - o mil - de mi hija a facebook, twitter, tuenti o cualquier red social que sea, no voy a propiciar que estos personajes sigan haciendo fechorías. Estamos en pleno Siglo XXI, y todo lo que sea reprimir mi manera de obrar, de pensar o de expresarme me parece coartar un estado democrático al que nos ha costado mucho llegar, dar pasos atrás siempre será un error. Lo que si debemos hacer cursos para aprender a manejar las redes sociales, cierto, y privatizar al máximo las fotografías o comentarios para que nadie que no sea nuestro amigo pueda acceder a ellas, que se puede hacer. Si ya resulta que tenemos un amigo de esta calaña, ¿qué podemos hacer?

Soy el primero que hace una defensa a ultranza de la infancia, en todos los sentidos, pero vivimos en una sociedad corrompida y corrupta, y por más de seis ojos que pongamos en la educación de nuestros hijos, aún así, podemos encontrarnos con auténticos "hijos de las cuatro letras" que busquen hacerles el mal. No podemos meter a nuestros hijos en una burbuja de cristal, evitar que disfruten de su infancia para nosotros estar tranquilos... Yo por lo menos me niego a ello. Mi hija siempre contará con mi vigilancia, o la de su madre, o la de alguien de plena confianza, pero jamás le negaré ir a un parque a jugar o ir a una playa, aún a sabiendas que pueda haber algún enfermo que le pueda tomar fotografías sin que nadie se de cuenta y las pueda publicar en internet, o en cualquier lado. Eso sería coartar su infancia, su diversión, su felicidad...Y yo me niego, lo siento.

También os digo. A mí se me ha "criticado" por subir muchas fotos de mi hija a facebook, pero por otro lado te encuentras con niños y niñas que con seis años ya tienen un perfil de facebook, o que con 5 años le das una tablet con conexión a internet.Luego le dices algo, y te responden, "pero sólo es con wifi dentro de casa". Lo siento, esto sí que me parece una locura.

Por tanto quiero seguir viviendo en mi Mundo de Yupi, y pensar que todo el mundo es bueno, o mejor dicho, hacérselo creer a mi hija.Ya tendrá tiempo de darse cuenta que hay mucho "cabrón" suelto. De resto, ella se divertirá pero siempre con la atenta mirada de su familia detrás que se preocupará porque siempre esté bien.

Según se comenta, en La Orotava han intentado llevarse a varios bebés de los brazos de su familia, ¿qué hacemos?¿No salimos a la calle? Es intolerable que nos dejemos coaccionar ante estos hechos, pero siempre debemos estar atentos. Y por supuesto, ante un ataque de un indivíduo de este tipo, yo sí que aplicaría el "ojo por ojo", porque no confío en la Justicia Española, y no me pienso arriesgar a que vuelva en otro momento, cuándo yo no esté, y haga lo que yo no le dejé hacer.

Nadie dijo que tener un hijo fuera fácil.. De hecho no lo es.

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